Significancia: Podemos encontrarnos con casos en los que sea necesario un conocimiento superior en contactología. No es lo habitual, pero no por ello debemos olvidar o dejar de aprender en esta rama de la
óptica. Las lentes de contacto rígidas van a ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente, provocando el
menor daño posible. Además de la satisfacción obtenida, cuando le devuelves una buena agudeza visual a
un post-LASIK o reduces la miopía de manera diurna a una adolescente disgustada por sus gafas.
Propósito: Una buena formación con el uso de lentes de contacto es imprescindible para poder hacer frente
a los casos un poco mas complicados que precisen de nuestra ayuda. Estar actualizado en este tema nos
convertirá en mejores profesionales de lo que ahora somos y nos otorgara mayor prestigio.
Informes de casos: El primer caso clínico trata de un varón de mediana edad que cansado del uso de gafas y
en los comienzos de la presbicia, no quiere usarlas mas, que es por ello por lo que se operó. Al no dar resultado
la solución sencilla, lentes de contacto blandas, se colocan unas lentes de contacto rígidas. La agudeza
visual mejora considerablemente aunque se reduce la comodidad en el porte. Es interesante como con la
lente rígida somos capaces de dar buena agudeza visual en visión lejana y cercana a nuestro paciente.
En el segundo caso podemos estar orgullosos de que una adolescente pueda prescindir de sus gafas en el
hogar y estar de nuevo contenta con su uso fuera de casa, además de intentar ralentizar el crecimiento de
su ametropía, que como veremos puede aumentar la probabilidad de sufrir algunas patologías oculares.
Conclusiones: Podemos ver dos claros ejemplos en los que las lentes de contacto rígidas nos abren una
gran cantidad de opciones para mejorar la agudeza visual y con ello la calidad de vida de nuestros pacientes.
No reciclarnos en el tema de la contactología puede no dar la mejor solución a los problemas de
nuestros pacientes.
Categorías:
Número 1, Serie de Casos Clínicos, Volumen 1